
Historia del Cosquín Rock: cómo surgió el festival de música cordobés
El Cosquín Rock es uno de los festivales más convocantes de Argentina y Latinoamérica, pero, ¿fue siempre así?
Lo llamativo del Cosquín Rock es que surgió por iniciativa de Julio Mahárbiz, un locutor más identificado con el folclore. Mahárbiz era el presentador de un festival de música telúrica en la ciudad, pero como todo visionario, entendió que los tiempos estaban cambiando y que ya era hora de que allí también sonara rock.
Sus primeras ediciones se realizaron en la Plaza Próspero Molina, en la ciudad de Cosquín. Con los años, la convocatoria fue siendo más masiva, por lo que el festival se mudó, a la Comuna de San Roque y posteriormente, al Aeródromo de Santa María de Punilla, hogar del Cosquín Rock en la actualidad.
Al inicio, algunos folcloristas se resistían a la idea. El festival estaba pensado para ser un evento nacional de folklore, por lo que el rock no tenía lugar en sus filas, pero finalmente aceptaron.
En 2001 se llevó a cabo la primera edición del Cosquín Rock. La grilla contaba con los referentes del rock nacional del momento, divididos en dos jornadas. Divididos y Los Piojos eran las bandas principales, pero la completaban grupos como Las Pelotas, Catupecu Machu, Bersuit Vergarabat, Pez y Kapanga.
Lo que nadie pensó es que iba a ser tan convocante, pero, ¿cómo no? Las mejores bandas del rock nacional en un país en el que el rock mueve multitudes. Los organizadores calcularon vender 2.000 entradas, pero estuvieron muy lejos: 9.000 personas compraron sus tickets y peregrinaron a Cosquín para dar rienda suelta al amor por su música.
Un festival que trascendió fronteras musicales
Pero cambia, todo cambia. Con el paso de las ediciones, el festival se volvió en una marca registrada, evolucionando hacia nuevas formas musicales, pero sin perder su identidad. Hoy incluye todo tipo de géneros como trap, blues y música electrónica, consolidándose como una celebración para los amantes de la música en general.
Lo que comenzó con tres escenarios en San Roque, hoy cuenta con ocho, repartidos en 12 hectáreas en el Aeródromo de Santa María de Punilla. Además, el espacio cuenta con experiencias variadas: como exhibiciones sobre música, trabajos de artistas, o charlas sobre vinos.
El Cosquín Rock generó un turismo cultural en el que los fanáticos van a ver a las bandas, pero también a consumir todo lo que el festival propone en materia temática. Ya no son solo esos rockeros que llegaban a Plaza Próspero Molina a dedo y con una mochila, ahora llegan familias enteras que vienen con sus hijos a vivir un evento que es parte de la idiosincrasia nacional.